Entre la memoria y el olvido

Obra realizada durante la residencia La Gascona, 2025

Existe un territorio invisible, suspendido entre lo recordado y lo que se desvanece. No aparece en los mapas, pero atraviesa cada biografía: un espacio intermedio donde la memoria se convierte en raíz y el olvido en horizonte. Ese es el lugar que esta obra busca habitar.

El cuadro se construye con fragmentos de rostros y cuerpos en tránsito, como si la identidad no pudiera fijarse en una única forma. Los colores se superponen en capas, como lo hacen los recuerdos; el azul actúa como umbral, frontera líquida entre lo íntimo y lo colectivo, entre lo heredado y lo que se pierde. Cada trazo es una negociación entre permanencia y desaparición, como si la pintura intentara retener aquello que insiste en permanecer aunque nadie lo nombre.

El proyecto se alimenta de la tensión entre pueblo y ciudad, entre pertenencia y desarraigo. Habitar dos mundos significa no estar nunca del todo en uno ni en otro: ser raíz y desplazamiento a la vez. Esa condición intermedia se refleja en la composición, en la fragmentación de las figuras y en la convivencia de opuestos cromáticos.

Entre la memoria y el olvido se enmarca también en una reflexión más amplia sobre la España vaciada, la transmisión de la memoria colectiva y las huellas invisibles de lo que desaparece. No es solo una obra personal, sino un espejo donde resuenan historias compartidas, silencios heredados y ausencias que se transforman en presencia a través de la pintura.